sábado, 26 de septiembre de 2009

La solución escalera para la crisis de la globalización

Por Claudia Gutiérrez.

Se devino una crisis financiera que provocó una crisis económica y social. Aunado a esto tenemos también una crisis ecológica, y la peor de todas, la crisis alimentaria. Sí, una crisis alimentaria en el siglo XXI, difícil de creer y pero más de erradicar.
Tenemos una compleja situación que solucionar, pero, ¿cómo iniciar? Iniciemos por el origen, y ¿cuál es? La crisis financiera, una crisis de la cual se han hecho varias hipótesis. El prolongamiento de las bajas tasas de interés en los Estados Unidos por el secretario del tesoro Alan Greenspan, la falta de ética los ambiciosos especuladores y “grandes hombres de negocios”, las hipotecas subprime o de baja calificación crediticia, donde prestaban a un período muy largo teniendo la quimérica idea de que las tasas no subirían en 30 años, por alguna mágica razón, un raciocinio que no alcanzó a comprender sin necesidad de ser economista. Y por supuesto, la globalización, la apertura excesiva y la falta de preparación de los mercados, ya que esta es la crisis de la globalización. La entrada y salida de dividendos de los países lo cual lleva a los tipos de cambio a una volatilidad excesiva, lo cual sobre todo sucede a los países en desarrollo y a los grandes inversionistas a refugiarse en el poderoso dólar estadunidense. Todos estos son factores que desencadenaron la crisis financiera, pero es una crisis que ya se venía venir tras el 11 de septiembre del 2001 y el desencadenamiento de la guerra en Iraq por parte del tristemente célebre ex presidente George W. Bush y su alter ego Dick Cheney el verdadero cerebro de esta guerra del terror como fue conocida.

Estamos viviendo una crisis como no se veía desde el final de la segunda guerra mundial. Una crisis que revoluciono al sistema financiero y económico mundial de tal forma que fueron constituidas varias instituciones como el FMI, la ONU, acuerdos como el Consenso de Washigton, etc. Fue un hito en la historia, pero la pregunta aquí es. ¿Será también esta crisis una oportunidad para hacer las reformas de fondo que tanto se necesitan? ¿Seremos astutos y pensaremos en las próximas generaciones o sólo en la solución práctica e inmediata? ¿Los políticos harán reformas pensando en el bien común y no en miras a las elecciones del 2012? Nos deja pensando, ¿no es cierto?
Pienso que son demasiados aspectos que se han dejado en el aire a través de los años, que los presidentes han dejado en el aire por intereses políticos esperando a que sus sucesores lo arreglen. ¿Podremos lograr acabar con la crisis y además lograr eliminar los problemas estructurales? Un trabajo sumamente complejo pero que se tiene que hacer hoy, si no se hace ahora ante esta coyuntura, no se hará después. Necesitamos una reforma laboral, fiscal, energética, del sistema financiero, de competitividad, de regulación, infraestructura, de desarrollo sustentable, etc.

Considero que si solucionamos lo económico, solucionaremos lo social, y como tendremos estabilidad económica, podremos entonces enfocarnos en otros problemas como lo ecológico que grita por nuestra atención, pero que países como México no tiene el dinero, o la energía en estos momentos, por que como nos piden que seamos un país sustentable si no tenemos ni para comer, si ni siquiera hay la suficiente educación para que la gente sepa que tiene que tirar la basura en su lugar, si las calles se inundan a causa de la falta de cultura de higiene, me parece hasta ofensivo que nos pidan esto, ante un país con más de la población viviendo en extrema pobreza, con una crisis alimentaria, como la que está viviendo Guatemala actualmente, nuestro vecino fronterizo está viviendo en condiciones conocidas solamente en África, viviendo de limosnas de los países vecinos y de la ONU, que no ha cumplido con los objetivos que se propusieron en 1945, no ha logrado uno sólo de sus objetivos y es un cero al izquierda, una institución con un presupuesto que ya quisieran los guatemaltecos para palear la hambruna.

Hablando en el contexto de mi país creo que la clave para todos sus problemas es una reforma fiscal de fondo, sin miedo a los habitantes, una reforma que además de mejorar su formula recaudatoria, aun más importante que reforme su forma de distribuir el gasto público, ahí es donde está la base de todo, con esto podemos acabar con la desigualdad que se vive en México y ser líderes, mostrarle al resto de América Latina lo que se puede lograr con buenos gobernantes. Yo no dudo de la gran capacidad de nuestro Secretario de hacienda Agustín Carstens, pienso que es un hombre con gran inteligencia pero que ahora sobre todo en Latinoamérica se toman pobres decisiones poniendo a la política por delante de cualquier decisión que se necesite. Yo tengo 23 años y no recuerdo una época de más de un año donde no he sabido o escuchado de la gente quejarse de la crisis y de la corrupción.

Si somos tan vulnerables a la influencia de otros países como Estados Unidos, por que no también dejarnos influenciar por su forma de gobernar. En México se cuenta con una capacidad fiscal de menos del 10% del PIB lo cual es una burla en comparación con otros países como Dinamarca donde su capacidad fiscal sobrepasa el 25% en términos del producto interno bruto. No hemos podido crecer significativamente en México por 30 años, es decir, llevamos de retraso 30 años en comparación con otros países. Como podemos ser competitivos de esta forma.

Dejémonos de programas paternalistas como oportunidades que evitan un levantamiento social pero que no soluciona la pobreza de fondo, vamos a sufrir un poco, pero en el largo plazo llegaremos a niveles de competitividad y de crecimiento como cualquier otro país exitoso. México necesita crecer mínimo un 7% anual para llegar a ser competitivo, y no el 3% que habíamos estado experimentado en los últimos años, y mucho menos el -8.5% pronosticado para este año.
Mi hipótesis es, si logramos tener un programa fiscal más progresivo y mucho más cargado, con impuestos directos, y la clave de toda una distribución adecuada de ellos, veremos a México florecer como lo hizo en el llamado milagro mexicano en 1940-1971. Tras lograr una buena distribución en el gasto público lograremos invertir en tecnología que es lo que lleva a los países a desarrollarse y crecer por encima de su inflación. Podremos también iniciar con el cambio a energías renovables, pero siendo realistas las energías renovables no serán un jugador principal en nuestra economía debido a su alto costo, por lo menos no en el corto plazo.

Para concluir me gustaría decir que todo es realizable pero la sociedad tiene la responsabilidad de estar informada, y de esta forma poder exigir lo que realmente nos conviene, y no ponernos a criticar por criticar, no les pido un expertise en cada tema, pero si leer más allá cuando un tema realmente nos concierne como la carga impositiva que propone el ejecutivo, hemos llegado al punto donde somos un pueblo quejumbroso pero pasivo a la vez, tenemos que educarnos y educar a los demás. Los ciudadanos forman el propio gobierno, entonces vamos formando ciudadanos educados, con ética y ganas de sacar al país adelante, no sólo con miras a extraer el presupuesto del país y vivir tranquilo el resto de sus días, tras este pequeño artículo me despido y recuerden eduquémonos y llegaremos más allá de nuestros sueños.