Por Claudia Gutiérrez
En los últimos días he visto y escuchado menciones acerca del regreso a clases de millones de niños y jóvenes a lo largo y ancho del país. Las largas filas, la búsqueda de ofertas, etc.
En México, el artículo 3 de la Constitución Mexicana en su punto cuatro manifiesta:
IV. Toda la educación que el Estado imparta será gratuita
Ahora vamos a la definición de gratuito: Que no cuesta dinero, que se consigue sin pagar. Perfecto, pero me pregunto ¿Qué parte de gratuito, de SIN dinero el gobierno no entiende? La palabra gratuito no significa que tengas que pagar “cuotas mínimas” ni para material para la escuela, ni para apoyar el mantenimiento de la escuela, ni mucho menos para permitir la entrada al educando. Entonces, ¿por qué en casi todas –si no es que en todas- las escuelas públicas del país, se exigen cuotas? Y lo peor es que cada año se van aumentado esas cuotas.
Cómo es posible que un país como México que gasta millones y millones de pesos en un festejo como el llamado “Bicentenario” no pueda cumplir con las mínimas obligaciones como es cumplir con uno de los artículos fundamentales de nuestra constitución, en clara violación a la ley.
¿Qué respuestas tienen los gobiernos federales, estatales y locales para estas interrogantes? Nos van a dar argumentos plagados de palabras rimbombantes y cifras maquilladas como siempre. Y nosotros sumisos seguimos nuestros caminos, por que ya lo vemos normal, una cuota de 300 pesos en que nos puede afectar, es para la kermés, o es para el festival de los niños no pasada nada, solo necesitan algunos materiales para la clase de pintura.
No, ya basta de abusos, de que pasen por encima de la gente y que se paseen en la cara de los ciudadanos de a pie, en las camionetas del año que les otorgan los innombrables secretarios de educación, es una verdadera burla y un atropello, un nivel de cinismo tal que no se como puede ser sostenible. Es algo que no podemos permitir, algo que tiene que llegar a su fin, Maquiavelo decía: “Divide y vencerás”, y en esto caso diría: “Une y lograrás”. Tal vez no tenemos la cultura de la organización, ya que si la tuviéramos muchas cosas en nuestro país fueran diferentes. Hay que recordar que las personas en la administración pública, de los mas bajos mandos hasta los más altos, son personas como tu y como yo, que están empleados para administrar la riqueza y las instituciones que son de los mexicanos, no de ellos ni de sus protegidos empresarios, ni de gobiernos extranjeros que vienen a robársela. Teniendo esto en mente lograremos mucho más de lo que podemos imaginar. Feliz regreso a clases…
