martes, 15 de junio de 2010

La naturaleza del ser

Por Claudia Gutiérrez

Soy un ser humano, lo se por que me lo dicen los libros, me lo dicen mis padres, es solo un nombre que han adoptado para nuestra naturaleza. Siento que el apelativo “ser humano” es un tanto redundante, pero no lo es, es solo un nombre complejo como todo lo que conozco.
El ser humano, incluso los seres no humanos, son seres que viven de interpretaciones, no conocemos una realidad absoluta, estamos supeditados a nuestro entorno, a nuestro cerebro y su forma de percibir y explicar la información e imágenes que recibe.

¿Por que siempre estamos en una búsqueda? La búsqueda nunca termina, es perenne, y por lo tanto exhaustiva. En esta época, la cual denominamos “la época de la información”, realmente, ¿qué tanta información tenemos? Realmente la información con la que contamos es casi nula, así que el título que hemos adoptado para nuestra época es algo pretencioso: Somos demasiado pretenciosos como especie, nos paramos ante la vida y la desafiamos, todos sabemos que al levantarnos o incluso al dormir nuestra existencia como la conocemos puede terminar y aun así retamos a la vida y seguimos adelante, haciendo lo que pensamos que es vivir. Pero, ¿que es lo que hacemos realmente al vivir? Estamos en una búsqueda, una búsqueda absurda, como lo dije, es una búsqueda que no tiene inicio ni final, tal como el inicio y el final de la existencia, tal vez veamos el inicio y el final de la existencia de un ser, pero el ser como entidad no conoce el inicio y el final.

Nos aferramos a la búsqueda, a vivir en el mundo en el cual conocemos, me parece increíble observar como las personas están viviendo sus vidas a la ligera, están viviendo por vivir, como siguiendo la corriente. Siento a la vida como un inmenso océano que es experimentado sólo en un pequeño manantial, y todo lo demás queda relegado. Muy pocas personas logran salir del manantial por que sus interpretaciones, sus percepciones que les han sido impuestas en su mayoría evitan que salgan de la puerilidad de los eventos que forman nuestra historia.
Se habla mucho de la verdadera naturaleza de un ser humano, es lógico que nadie conoce realmente la naturaleza del ser, son solo interpretaciones hechas con base a nuestras experiencias, a nuestros sentimientos y sobre todo, en base a nuestros deseos.

El deseo es muy poderoso, moldea la realidad y la acepta como tal, de acuerdo a lo que se esta sintiendo. Que fragilidad la del ser, a la deriva ante un reto muy lejos de nuestro alcance, muy por encima de nuestras falsas interpretaciones, de nuestra futilidad innata que nos lleva por un solo camino habiendo una vastedad con solo alterar un poco el ángulo de nuestra mirada, pero nada basta ante algo irrefutablemente más allá, todo lo vemos más allá, hemos hasta creado un mundo más allá, sin saber donde esta su ubicación, más allá de nosotros mismos pienso, no más allá de una barrera física, quizás psicológica, eso paradójicamente sería más razonable.
¿Qué necesitamos para llegar más allá? Mi respuesta es: Saber donde está el más allá, ¿esta en una historia? ¿en una película? ¿en un pensamiento? ¿en ese lugar que he idealizado desde tiempo atrás? Puede estar en cualquier ente, solo basta con salir del manantial y encontraremos el más allá.

1 comentario:

  1. Has escrito una buena cosa, Claudia. Debemos hablar de esto. Me encantan las ideas!

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