lunes, 15 de marzo de 2010

Estar ocupado esta de moda

Por Claudia Gutiérrez

“The fast life” dicen los gringos, la bendita vida de prisa. ¿Por qué todo corre tan de prisa? Me he dado cuenta que hoy la moda es estar ocupados, es algo de estatus, si no estas ocupado quiere decir que no eres nadie, nadie importante vaya. Ahora se da esto cada vez más, es impresionante como nuestro mundo se vuelve cada vez mas cuadrado cuando yo siempre pensé que sería todo lo contrario, que nuestras mentes se expandirían y aprenderíamos a ver las cosas desde muchas perspectivas sin lados de la moneda, sin colores, y ¡Oh sorpresa! Esta sucediendo lo contrario.
Incluso, actualmente los políticos tiene prohibido llegar temprano a los eventos polítcos, por que daría una mala impresión, la impresión de no estar ocupados, de no tener nada que hacer, nada importante que hacer, como un verdadero político debería, ¿no es así? Ridículo, ¿a quién se le ocurren estas grandiosas ideas? No logro entender nada, en verdad, entre más aprendo, leo, me informo menos logro entender, como nos decía nuestro célebre filosofo de la vida, Sócrates, “yo solo se que no se nada” que sabio.

La mayoría de las personas hoy en día y también la gran mayoría de jóvenes dicen no tener tiempo para nada, presumen de tener su día completamente ocupado, lleno de cosas por hacer, desde ir a la escuela, trabajo, idiomas, etc. En algunos noto cierta presunción, algo de orgullo. Pero, me pregunto, ¿realmente es bueno para nosotros? O si no bueno, es algo que nos hace felices realmente, es solo algo que no podemos evitar quizás, debido al ritmo de vida que se vive actualmente.

Henry Ford, el fundador de la hoy multinacional Ford Motors, fue el primer empresario en implementar los fines de semana de dos días, ya que se dio cuenta que la gente descansada, que tenía tiempo para disfrutar de pequeños momentos, con su familia, amigos y para ellos mismos era mucho más productiva, además daba un sentido mucho más humanista a los negocios. Para mí simplemente tenía sentido común, las personas necesitamos tiempo libre todos los días, para lo que sea, para vernos en el espejo por lo menos, para leer, para hacer nada. ¿Entonces por qué esta de moda estar ocupado? ¿Por que la gente se jacta de ello? En mi experiencia al estar viviendo en Aix-en-Provence un pequeño pueblo en la Provenza francesa, recuerdo los primeros días como renegaba al querer ir a comprar algo al a tienda y darme cuenta que eran las 10:00 de la mañana y la tienda aun no habría, pensaba que eran unos holgazanes los franceses, hasta llegue a aventarme el comentario de que estaban peor que en México, era demasiado pensaba, que habrían a las 11 de la mañana y aparte cerraban a las 4 de la tarde.
Al paso de las semanas me fui acostumbrado a su ritmo de vida, ha tener tiempo para tomarme un café por las tardes ha pararme en los estantes ambulantes de libros he incluso charlar con la gente en las calles, todo era tan novelesco, pero, ¿por qué tiene que ser de otra manera? Si como decía Cicerón, “el bien del pueblo es la ley suprema” y creo que el bien del pueblo es estar bien consigo mismos, tener tiempo de disfrutar sus días y no vivir trabajando los 7 días de la semana, que no se piense en ello, en no querer trabajar al ritmo de las personas que sus ambiciones son únicamente cuestión de estatus, de dinero, de cosas banales, que no se piense que la gente que desea tener tiempo, si tiempo, que no se piense en ella como holgazanes, hay que cambiar esa imagen, ese paradigma. Veo a jóvenes de 30 años, que parecen de 40, deprimidos, decepcionados, por que su vida se ha convertido en un laberinto del que no ven salida, de una rutina devastadora, que rompe con el amor de pareja, que hace que se llenen de frustración ante la vida y vean a su familia como una carga, un castigo, y empiece la violencia, los gritos la desesperación, vamos cambiando el rumbo, por el bien de todos, nosotros mandamos, somos el pueblo, olvidémonos de falsas riquezas, seamos más egoístas y hasta más “holgazanes” por así decirlo y disfrutemos de nuestras vidas, de nuestras efímeras vidas.

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