viernes, 30 de abril de 2010

La televisión como anestésico

Por Claudia Gutiérrez

Si hablamos de la televisión mexicana, ¿que se nos viene a la mente? Probablemente Televisa y Televisión Azteca, las dos grandes televisoras que tenemos en nuestro país, las que controlan la información en la República Mexicana.

Estos canales son de televisión abierta, es decir que no se necesita pagar una cuota mensual para acceder a ellos, por lo que son los canales que la gran mayoría de la población en México ve; de los cuales recibe información y entretenimiento. Si revisamos el contenido de los dos principales canales de ambas televisoras, podemos observar que son muy similares. ¿Qué es lo que predomina en estos canales? Programas acerca del “mundo del espectáculo”, reality shows, telenovelas, programas de variedades y por su puesto los noticieros. Si realmente nos ponemos a analizar el contenido de estos canales y nos damos cuenta que ese tipo de programación es lo que más se ve en México, es preocupante. Si la televisión que hacemos es un reflejo de lo que somos, entonces somos pura basura.

Estamos hablando de que dos televisoras, el llamado duopolio es el que decide que vamos a ver, que noticias vamos a tener y no sólo eso, si no que ofrecen la información de acuerdo a los intereses en juego en ese momento. La libertad de expresión en México es una falacia; no podemos negar que hemos avanzado, pero eso no es suficiente. Considero que la libertad de expresión, tal cual, no existe en ningún lugar, quizás mucho más en países como Suecia, Suiza y Finlandia, pero no absolutamente.

Recientemente leí un artículo, que hablaba de una reportera de tan solo 23 años en Israel, que tenía posibilidades de pasar el resto de su vida en la cárcel por haber filtrado información clasificada del ejército de Israel a un reportero de un diario Inglés, en esta información se revelaban actos de corrupción cometidos por el ejercito israelí; por supuesto que el gobierno de este país quiere tomar este caso, como lo hace con muchos, de ejemplo para todo aquel que ose a hacer algo similar. Si esto sucede en un país que se supone que tiene bajos niveles de corrupción, que podemos esperar de países como el nuestro, donde las instituciones no tienen fuerza ni credibilidad, tanto dentro como fuera del país.

Mucha gente se preguntará, ¿la televisión que tiene que ver con esto? Mucho, ya que la televisión es el mayor educador de los niños, es donde pasan más horas en el día, y no solo los niños, también los jóvenes, lo adultos, los ancianos. Si no nos preocupamos por el contenido de la televisión y sobre todo de la televisión abierta, que es a la cual la gran mayoría de mexicanos tenemos acceso, seguiremos formando personas sin criterio, que son “anestesiadas por programas de televisión” como mencionaba Octavio Paz en uno de sus clásicos, “El Laberinto de la Soledad”. ¿Por qué no hay más programas de análisis, de crítica constructiva? No de chismes de seudo artistas; la respuesta es simple, por que a los medios de comunicación, ni al gobierno les conviene tener gente educada, pensante, crítica, es por eso que nos quieren anestesiar con este tipo de programas. Decía Napoleón al pueblo “pan y circo”, y es exactamente lo que nos dan. Yo estoy de acuerdo en los programas de entretenimiento por supuesto, pero si es todo lo que vemos y si cuando llegamos a ver algo informativo esta totalmente parcializado, entonces tenemos un país que no va a avanzar, ya que vive como zombi, como títere a lo que la televisión y los demás medios de comunicación digan. ¿Por qué casos como los de la joven periodista de Israel no se escuchan en los medios de comunicación?
Por que los medios de comunicación tienen un filtro, no tienen libertad.

Yo los invito a buscar información en medios alternativos y no dejarse llevar por todo lo que dicen los medios de comunicación oficiales, lamentablemente es a los que menos debemos escuchar. Los padres en la actualidad no tienen tiempo de supervisar todo lo que los niños ven en televisión, y los que si lo tienen probablemente no vean nada de malo en los programas, novelas, etc. Ya que ellos mismos ven ese tipo de programas.

No caigamos en los anestésicos aplicados por la televisión, estamos por encima de eso, busquemos alternativas de información y no veamos solo basura, hay muchas cosas en la vida más importantes que estar sentados enfrente de un televisor, no seamos marionetas de nadie y menos de unas cuantas familias en poder de los medios de comunicacón.

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